Una simbiosis vital

Hay características sobresalientes en esta expresión cultural y religiosa que la vuelven tan fascinante: hay un fiesta mayor y cientos de festejos menores; luego, la organización de la fiesta mayor toma un año, tiempo en el que suceden muchos pequeños ritos; así mismo, quienes se colocan el traje de un personaje son ciudadanos llanos que han hecho una ofrenda; y, por último, hay muchas expresiones culturales preincásicas, hay prácticas que denotan una alienación evidente y hay quienes a nombre de la fe religiosa no hacen caso del enorme simbolismo que cubre a esta fiesta. Es, en sí y de por sí, una muestra de cómo la cultura evoluciona y de lo caprichosas que pueden ser esas transformaciones.
Valga decir que este documento recoge lo que sucede con la procesión en la que se rinde homenaje al Divino Niño que es propiedad de la familia Mendoza. Pero que quede dicho que existen otro pase que auspicia la Iglesia Católica, cuyos mecanismos pueden variar con lo que se contará enseguida.

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La primera constatación es que el Pase del Niño Rey de Reyes comienza, días más, días menos, dos semanas después de que ha terminado el anterior. Alrededor de febrero se lleva a cabo la Fiesta de la Candelaria, realizada por los nuevos priostes y a la que están invitados familiares y amigos
Los priostes han sido anotados en una lista y se van sucediendo un año tras otro. Quienes desean ser priostes piden que se les incluya en la lista y la decisión está en manos de los fundadores síndicos con influencia de los antiguos priostes; hay una celebración religiosa católica y luego los nuevos priostes entregan a los amigos y familiares, a la salida de la misa de la Candelaria, unos panes que tienes o formas diversas o una inscripción. Por ejemplo, si alguien recibe un pan en forma de pollo, significa que su aporte para el Pase del Niño será en aves debidamente preparadas; pueden recibir, por ejemplo, un pan en forma de payaso, lo que significa que el prioste le está solicitando que presente una comparsa de payasos.
Quienes reciben el pan (que en realidad es una solicitud del prioste a la que no se pueden negar salvo que estén dispuestos a soportar las travesuras del Divino Niño), reciben el nombre de “jochantes”, y sus colaboraciones se nombran “jochas”. También se pide apoyo a los gushayos, quienes tendrán una tarea más bien organizativa. “La fiesta intensifica las relaciones de amistad entre familiares y vecinos; la misión de las jochas rebasa la naturaleza de un aporte en honor a la fe y se reviene cuando el beneficiario del jochante lo requiere ya sea para el priostasgo, construir una vivienda ó para compromisos sociales como un matrimonio u otros. La relación entre todos estos elementos sociales es muy fraterna y adquiere compromisos formales”.
ASC5Esta es una práctica que se sucedía, en los mismos términos y con el mismo espíritu, inclusive antes de la invasión de los incas. Es posible definir como una práctica social de reciprocidad que reemplazo al comercio en las actividades diarias.
Este rito, que se pierde rápidamente, es la hoja de ruta. De ahí en adelante los priostes, los jochantes y los guashayos saben lo que den hacer para el mayor lucimiento de la imagen ASC6divina, la fe de los participantes y el brillo de la cultura popular.
Desde entonces hasta diciembre todo es organización silenciosa. Durante el último mes de año hay una desate de pequeños pases del niño, que son expresiones familiares o institucionales: una empresa que cumple su rito, una familia que tiene el suyo. Durante 2017 el municipio de Riobamba concedió permisos para 800 pases del niño, pero diario ASC7Expreso calculó en la presentación de 1.200.
En todos los casos, los danzantes tienes sus “mandas”, una combinación de pedido y ofrenda. Los fieles piden un favor al niño y a cambio le ofrecen bailar con mucha fe durante los pases. En el caso de uno de los personajes, el diablo de Yaruquiés, la manda les obliga a bailar siete años seguidos para que se cumpla su favor solicitado al Divino Niño.
Los danzantes, que en realidad es un nombre genérico para los participantes en el Pase, se organizan solos o por pedido de terceros y escogen el personaje del que van a bailar. Luego, alquilan los trajes en tiendas que trabajan todo el año para vestir a unos 5.000 participantes. Los cinco personajes favoritos son el curiquingue (vínculo), el sacha runa (vínculo), el diablo de Yaruquíes (vínculo), el danzante (vínculo) y el payaso (vínculo).
Sobreviven tres momentos previos relevantes: la novena, que son ritos más simples de preparación que se cumplen los nueve días previos a la procesión; las vísperas, que se ha convertido en una fiesta popular mestiza en la que brilla juegos de pirotecnia, música popular y de artistas internacionales, que se presentan en un escenario edificado en el estadio de la ciudad; y, finalmente, el “albazo”, que consiste en la presencia de músicos en las afueras del oratorio a la hora del alba.

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